jueves, 13 de febrero de 2020

Dolida



Dolida


Me siento dolida
lastimada por su tono cuando me habla

Por como se defiende ante mis palabras u opiniones
cuando yo siento que no la ataco de ninguna manera

La siento egoista

Me siento pequeña ante su prepotencia
y tambien algunas veces,
me siento mal ejemplo para ella

Es mas facil la otra parte
la que da en momentos puntuales
y queda como si estuviese dando
en todos los demas momentos,
en el dia a dia

Comprension y empatia absoluta
El resto del tiempo
en total comodidad
mientras el mundo le va resolviendo la vida

Me cansa este circulo
siempre dando mas de lo que tengo
Para no negarle nada
aunque lo olvide a diario
y me lo estampe en la cara

Derechos
derechos
derechos...
Donde estan los mios?
Se me habran perdido entre tantas obligaciones

Hay veces que hasta se me marea el amor
de agotamiento interno
de cansacio fisico y mental
y eso me duele mas!


Laura


martes, 21 de enero de 2020

Miedo a las alturas


Miedo a las alturas

No es la primera vez que me pasa, aunque no por ello duele menos,
y sí... ya sé que todo tiene el peso que yo le quiera dar,
pero no encuentro cómo equilibrarme de nuevo.

Tengo muchas preguntas por dentro
y muy poquitas respuestas.

Analizo desde mi honestidad o al menos así lo siento
imagino que a cada cual le ocurrirá algo parecido
y contemplará las cosas desde su propia "verdad"

Hay patrones que se han ido repitiendo a lo largo de los años
por lo que estoy cuestionándome si será lección de vida
que suspendo una y otra vez y vuelvo a repetir curso.

Vamos, que no aprendo.
No progreso adecuadamente...

Llegan a mi vida personas que de pronto me endiosan,
y me suben a un pedestal sin conocer primero mi esencia.

Siempre me dio mucho miedo... o reserva,
no sabría decir,
pero cuando ocurre, pienso
que en cualquier momento me dejarán caer desde lo alto
y el batacazo será terrible
o quizás en realidad me tire yo misma...
tengo demasiado vértigo,
nunca me han gustado las alturas.

Siento que soy la misma de siempre,
quizás con algunas canas nuevas,
y lo que cambia en realidad
es la mirada de quien me observa.

Me ven arriba o me ven abajo
no parece haber lugares intermedios...
y yo me pregunto siempre, que habré hecho
o dejado de hacer para propiciar ese cambio.

Y me pierdo en mil divagaciones,
y me desgasto energéticamente,
robándome mi propio descanso,

Y me duelen los huesos y la vida

Así voy... con la bandera a media asta,
sin encontrar la manera de izarla de nuevo.

Entonces, cuando mi energía llega a punto muerto,
porque no avanzo nada en ninguna dirección
me digo que todo está bien,
que son experiencias que enseñan
aunque aún no vea qué,
y la respuesta llegará en su justo momento.

Bien, lo acepto, suelto el control
y me abro a vivir lo que sea que ya está ocurriendo;
Tampoco busco atajos para llegar antes.
Pasito a paso, me recuerdo a mí misma
que no tengo prisa alguna
porque siempre estoy a tiempo
y que hoy es el mejor día
para seguir aprendiendo.


Laura



jueves, 16 de enero de 2020

Amabilidad



Amabilidad.

Palabra que parece en deshuso, 

casi en peligro de extinción.
 

No entiendo en que momento comenzó a ocurrir esto,
quizás al mismo tiempo 

en que empezamos a tener prisa
por llegar a ningún lado, 

podría ser...
 

Hemos aprendido a pasar sin saludar 
e incluso aparentar que no "vemos"
a las demás personas, 

con la autoexcusa: tengo prisa, llego tarde!
 

Como si usáramos orejeras de burro.
 

Me entristece mucho, la verdad.
 

Siento que sin darme cuenta, 
la carencia de amabilidad 
la integré como algo "normal" 
en el mismo lugar donde etiqueto de "normal" 
muchas cosas
sin tener conocimiento de qué es "normal" 

según para cada cual.

Lo curioso ocurre cuando descubres

que aún hay seres que usan la amabilidad 
sin pretender nada a cambio.
 

Porque hemos llegado al punto 
en que si nos tratan bien, 
automáticamente subimos el muro defensivo... 
Uy! qué andará buscando...
 

Olvidamos 
que tenemos derecho al buen trato personal, 
simplemente porque todos estamos hechos 
de la misma esencia 
y la empatía es gratuita.

Qué cosas, verdad? 

va a ser que la usamos poco...

Hace poco alguien inesperado 

me trató con amabilidad y una especie de cariño 
y ante mi particular sorpresa, 
noté que en algún lugar se unían 
algunas de mis partes rotas,
como si se fuesen fusionando 

con esa sensación de calor humano
tan vivo en mi recuerdo.
 

Tan poca cosa, verdad? 
y a la vez con tanto poder.
 

La sensación fue muy bonita, 
algo muy de agradecer 
en estos tiempos que "corren"...

Me fui a mi casa como si me hubiesen hecho un regalo.

Gracias!

 

Laura


lunes, 10 de junio de 2019

SIMPLEMENTE



Me he pasado toda la vida disculpandome 
y dando explicaciones ,
por ser quien y como soy.

Me he llegado a sentir mal 

por mi filosofía de vida 
por el simple hecho 
de no formar parte de una mayoría.

Me he dado cuenta de la cantidad de veces 

que actúo en total incoherencia con mi ser 
y todo lo que me duele por dentro hacerlo.

Respeto la diversidad y vivo y dejo vivir, 

aunque no haya reciprocidad, 
porque a estas alturas 
ya no la espero.

Siento que estoy muy cansada ya, 

de respetar sin que me respeten.

Que cada cual elija su camino 

y haga lo que desee hacer por el,
porque yo no caminare 

sobre las huellas de nadie.

No vendo ideologias, 

ni tampoco las compro.

Ha llegado el momento 

de cerrar puertas, etapas y ciclos
para abrirme 

a lo que me haga verdaderamente feliz.
 

Simplemente.



Laura




viernes, 15 de marzo de 2019

Soy tremenda





Soy tremenda!!

Me he dado cuenta 

que en todas las facetas de mis emociones 
no tengo filtro ni control alguno
 
Soy tremendamente tímida
Tremendamente emotiva
Tremendamente sensible
Tremendamente empatica
Tremendamente cabezota
Tremendamente idiota
 
Me enamoro como si no hubiera un mañana
y me decepciono 

como si se me fragmentara el alma.
 
Soy mas de dolerme que de enfadarme
porque si me enfado me doy mucho miedo
y me resulta menos complicado 
acunar al dolor en un abrazo
y cantarle bajito 

hasta que lo calmo y lo duermo.
 
Incluso en mis decisiones mas claras, 
no consigo dejar de pensar 
en como estará sintiendose la otra parte
aunque no pueda dejar de hacer lo que siento.
 
Tremendamente emocional 
para todo,
como si fuera una quinceañera
 
Tremendamente niña 
entre todas mis epocas,
etapas y momentos.
 
Mi cara es un libro abierto 
con semaforo incluido
incluso cuando creo 

que estoy disimulando mis miedos.
 
Cada átomo de mi esencia 
se sale de mi cuerpo y vuela alto y gira 
y se estampa contra el suelo,
y remonta a gatas 

por las paredes de mi alma
y vuelve a volar 

sin espacio ni tiempo
 
Oscilo tanto 
que floto en el desequilibrio
y mi polaridad 

sube y baja a velocidad de vértigo
y me mareo...
 
Pero no consigo evitarlo
No se pararme a pensar, 

ni a medir, ni a sopesar 
lo que estoy sintiendo
 
Ni en el medio 
de mis muchas contradicciones,
ni despierta 

ni durmiendo.



Laura

domingo, 3 de marzo de 2019

Tengo una suerte!!



Tengo una suerte!!
 
Todos los días me despierto 
envuelta en una sinfonía 
de tonos musicales diversos.
 
Tanto si estoy trabajando 
como si estoy en paro.
 
Lo mismo si tengo un día libre 
o acabo de llegar a las 7,30 
de un agotador turno de noche.
 
Creo que es una gran suerte 
disfrutar de la musica.
 
En el edificio donde habito 
las paredes son de papel, 
sin exagerar...
 
En la cabecera de mi cama, 
que pienso yo 
que quizás al otro lado 
hay otra cabecera de otra cama, 
suena cada día 
una alarma musical de algún móvil 
que empieza poco antes de las 7,30 
y suena
 - 3 veces cada 5 min - 
durante mas o menos media hora
...cada día...
bueno, los domingos suele ser 
media hora mas tarde 
y suena igual de a menudo, 
3 veces cada 5 min 
durante media hora larga.
 
Gracias vecin@!! 
No sabia que en el móvil 
había esta posibilidad, 
yo solo conocia 
aquello de repetir 
una vez cada 9 min.
 
Debe ser habitual 
poner las alarmas media hora antes 
para que de tiempo 
 a despertar con suavidad...
digo yo, 
a mi con el primer tono 
ya me vale para ponerme en pie
...cada cual con sus cosas...
todas respetables siempre.
 
En el piso de arriba 
suena otra alarma musical, 
sobre las 8 de la mañana, 
pero esta suena menos rato 
y mas espaciada.
 
De los alrededores cercanos 
me van llegando diversidades melódicas 
desde las 6, 30 hasta las 9 
que empiezan a entrar niños 
a la guardería 
que hay bajo el edificio 
y cuyo parque de juegos 
da a todas las ventanas 
de todos los dormitorios...

y entonces 
sustituyen a todas las alarmas 
y ya se unifican, 
porque se lo pasan pipa gritando, 
riendo y con las motos 
y demás juguetes a todo trapo.
 
Tambien tengo otro vecino 
que da conciertos 
con la musica a muchisimos decibelios 
mientras "cree" 
que canta las canciones 
-a gritos- 

pero a este le adora el vecindario entero 
de todos los alrededores...
incluso le mandan a la policia 
de vez en cuando 
para que tenga mas publico....

da para un libro entero, 
ya os lo cuento otro día.
 
Lo que decía..
tengo una suerte de poder despertar, 
o no dormir, 
según se mire, 
cada día con la musica!!

Laura


miércoles, 13 de junio de 2018

Anoche me caí






Anoche me caí.
 

Como las paginas web
cuando pierden la señal del wifi
 Como mi móvil  

cuando se queda sin batería

Caí en picado, 

como hacía mucho no me ocurría.
 

Me dí de bruces 
con la soledad mas absoluta
la que no existe mas que en mi mente
pero de una densidad implacable, 

dañina...

Me sentí muy sola, 

mucho,
tanto que abrí esa puerta 

que sé hace mucho
que no conduce hacia ningún sitio

Intentando perderme por un rato
de la sensación 

de caer al vacío
sin ver tierra donde posarme

Esa puerta donde hay mas seres

 sin batería
dando vueltas 

tratando de encontrarse
como yo, 

conmigo misma...

Tras un rato que me sirvió 

para recordar 
otros ratos similares, 
me di una ducha y me fui a la cama
tratando de analizar

...analizarme..

De escucharme pacientemente
gritando por dentro 
en el silencio de la madrugada
 
Tratando de comprender  
y de perdonarme 
por haber vuelto 
 a perderme 

De mi misma.

 


Laura


miércoles, 6 de junio de 2018

SOCIABILIZAR





Se me olvida sociabilizar.

Estuve tanto tiempo lejos de la gente,
que no recuerdo como se hace.

A veces soy consciente que me pierdo en mi misma
durante días, semanas o meses...

Unas veces por cansancio

Otras por despiste
pero sin malicia alguna.

Olvido llamar, preguntar por la familia
interesarme por como están

De verdad no lo hago aposta, debe ser la genética...
o la vida...o yo que se...

De tan poca costumbre por estar con gente, 
a veces tropiezo con alguien que parece interesarse por mi 
y mientras me sonríe y me habla, 
me pongo roja hasta la raíz del pelo..o tartamudeo..

No se si por timidez o por vergüenza

Es que no se hacerlo, 
me escondo por los rincones...

Me cuesta sostener la mirada, 
tener una breve conversación, 
no encuentro las palabras...

Me gustaría ser mas sociable,
pero es que se me ha olvidado como se hace...



Laura



sábado, 2 de junio de 2018

CUANDO?




En que momento 
dejé entrar en mi casa 
al miedo?

No se si fué 
al mismo tiempo 
en que de mis ventanas brotaron rejas

Y comencé a contemplar 
el cielo 
a fragmentos...

No se cuando comence 
a cerrar con llave 
todas las puertas.

Estando afuera 
o estando adentro

Cuando me robé la libertad 
y las alas?

Cuando le puse puertas al campo?

Cuando comencé 
a limitarme a mi misma los pasos?

Cuando?


Laura